Me corté el pelo,
(como quien suelta un lastre)
para que no pudieras agarrarme,
ni arrastrarme por el suelo
como si fuera una pieza,
o un trofeo.
Quise seguir cortando
Empezando por los brazos
Y siguiendo por las piernas,
De pronto llegué al vientre,
Se me fue la tijera…
Y al ver mi cuerpo arañado
en el centro del espejo,
pelón y destartalado,
Supe que igualmente
me encontrarías
Lo supe desde el principio,
que igual me atraparías.
Al borde del precipicio
con el pánico a caer
No me queda otra salida
que entregarme a mi verdugo.
Estoy jodida
Estoy jodida
Ana Elena Pena
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