Lo que mejor se me da en esta vida es... perderme.
Perder.
Estar completamente perdida.
SER una perdida.
Mi hogar está todavía en ningún sitio
y la aguja de la brújula apunta al cielo.
A veces, con el fin de volver al punto de partida,
dejo miguitas de pan por el camino,
pero se las comen los pájaros,
de modo que jamás retorno al lugar donde nunca me quisieron.
Mi equipaje es un pañuelo en el bolsillo
con el que digo adiós continuamente,
agitándolo en el aire con gesto dramático.
Me dejo llevar.
No añoro lo que merece ser olvidado,
no extraño lo que nunca me fue familiar.
No temo a lobos con piel de cordero
porque soy un cordero con piel de lobo.
Perder.
Estar completamente perdida.
SER una perdida.
Mi hogar está todavía en ningún sitio
y la aguja de la brújula apunta al cielo.
A veces, con el fin de volver al punto de partida,
dejo miguitas de pan por el camino,
pero se las comen los pájaros,
de modo que jamás retorno al lugar donde nunca me quisieron.
Mi equipaje es un pañuelo en el bolsillo
con el que digo adiós continuamente,
agitándolo en el aire con gesto dramático.
Me dejo llevar.
No añoro lo que merece ser olvidado,
no extraño lo que nunca me fue familiar.
No temo a lobos con piel de cordero
porque soy un cordero con piel de lobo.
Y viajo sola.