Vente conmigo a la cama

Ven, ven esta noche conmigo a la cama
que allí en mi dormitorio
no puede pasarte nada.

Es territorio santo,
donde no alcanzan las radiaciones nucleares.
A prueba de terremotos,
de bombas de racimo,
tsunamis,
terremotos
y otras catástrofes naturales.

Allí se detiene el tiempo,
nunca mueren los padres
ni los abuelos.
Mamá te sigue haciendo croquetas,
papá sobrevive al cáncer,
y tu hermano nunca subió a ese coche.

Estoy borracha, ya es de noche.
Vente a mi dormitorio.
Ven cuanto antes.

Allí no lloran los niños,
ni enferman de miedo los débiles,
no hay guerras, ni odio, ni hambre.

Nada y nadie puede herirte,
seremos como dos sombras jugando al escondite,
y la desgracia pasará de lado
después de contar hasta diez.

No te lo pienses, y ven...

Allí suenan tus canciones favoritas
todo el tiempo.
Tenemos libros, juguetes, licor,
no nos hace falta dinero.

También tengo un colchón,
a prueba de engaños,
tengo dulzura mis manos.
un pijama que se quita solo.
y algunos otros encantos
que no descubrirás de otro modo.

Ven...

Allí nunca llegan los malos.
ni se esfuma la magia después de las doce.
Es un búnker seguro, que nadie conoce.

Así que, si no tienes mejor plan,

vente conmigo, a mi cama, esta noche.


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