La mujer es un cuerpo doliente. Y no sólo por las continuas idas y venidas de nuestros ciclos reproductivos, por el desgarro de los partos...
No, eso de que para presumir hay que sufrir cobra hoy más vigencia que nunca.
Y es que, el mes pasado, trabajando en la perfumería del corte inglés y repasando las cientos de etiquetas de los cientos de productos allí dispuestos me di cuenta del horror de mi cuerpo doliente:
Empezando por los pies, cubiertos de rugosidades que hay que limar con piedra pómez. Tenemos a su vez que usar plantillas de silicona para paliar el suplicio de los tacones, tenemos los tobillos y las piernas hinchadas de retener líquidos, hay que drenarlas, la celulitis incrustada acecha, tenemos que usar cremas efecto frio y calor, rodillos de masaje y esponjas exfoliantes, tenemos el vientre hinchado, los muslos, las caderas y el pecho lleno de estrías, provocados por las dietas y los cambios bruscos de peso, por lo que necesitamos cremas ricas en colágeno y elastina. Los brazos, al igual que las nalgas, la papada y el vientre, son también presa de la flacidez, y no hay que olvidar tonificarlos con los productos reafirmantes apropiados para cada zona.
Cada vez me hago más consciente de lo espantoso de mi envoltorio físico, la publicidad me recuerda constantemente que mi pelo está encrespado, apagado y falto de vitalidad, y necesita champú y mascarilla suavizante. Me dice que huelo mal y necesito perfumes y compresas absorbe-humedades vaginales (bienvenidas al mundo no-olor), que mis poros están dilatados, necesito tónico astringente, y también sérums y cremas hidratantes con retinol, Q10, ácido hialurónico, baba de caracol y proteína de caviar para combatir los signos de la edad y las arrugas de expresión (y eso que no enumero las bondades que promete la cirugía estética)
Empezando por los pies, cubiertos de rugosidades que hay que limar con piedra pómez. Tenemos a su vez que usar plantillas de silicona para paliar el suplicio de los tacones, tenemos los tobillos y las piernas hinchadas de retener líquidos, hay que drenarlas, la celulitis incrustada acecha, tenemos que usar cremas efecto frio y calor, rodillos de masaje y esponjas exfoliantes, tenemos el vientre hinchado, los muslos, las caderas y el pecho lleno de estrías, provocados por las dietas y los cambios bruscos de peso, por lo que necesitamos cremas ricas en colágeno y elastina. Los brazos, al igual que las nalgas, la papada y el vientre, son también presa de la flacidez, y no hay que olvidar tonificarlos con los productos reafirmantes apropiados para cada zona.
Cada vez me hago más consciente de lo espantoso de mi envoltorio físico, la publicidad me recuerda constantemente que mi pelo está encrespado, apagado y falto de vitalidad, y necesita champú y mascarilla suavizante. Me dice que huelo mal y necesito perfumes y compresas absorbe-humedades vaginales (bienvenidas al mundo no-olor), que mis poros están dilatados, necesito tónico astringente, y también sérums y cremas hidratantes con retinol, Q10, ácido hialurónico, baba de caracol y proteína de caviar para combatir los signos de la edad y las arrugas de expresión (y eso que no enumero las bondades que promete la cirugía estética)
Me asegura que necesito exfoliantes para retirar las células muertas y tratamientos de microdermoabrasión para ayudar a mi piel a crear células nuevas y alisar la piel. Me grita que tengo ojeras y bolsas en los ojos que he de corregir si no quiero parecer diez años mayor. !DIOSSSS! SOY TAAAAN FEA!!!
Necesito ampollas iluminadoras con efecto flash, o efecto bottox, para tener buen aspecto antes de una fiesta…, y desmaquillante, tónico, mascarilla purificante, junto a otra polivitaminada con vitamina C, A y E, para el día de después, ya que el tabaco y el trasnoche puede dejarla apagada y sin vida, y volver a obstruir mis poros. :-(
Cualquiera podría pensar, atendiendo a estos mensajes subliminales, que el cuerpo de la mujer es un cúmulo de desgracias, necesitado de constantes cuidados y de un gran desembolso, pero de lo que no cabe duda es de que la industria de la cosmética es una gran negocio. Cada vez necesitamos más cosas para estar guapas.
Y después de todo esto ¿lo estamos? ¿Más que antes? ¿Igual...? :-o
Pero la lista de la compra y el colmo del perifollo no acaba aquí. También NECESITO una base de maquillaje unificante para disimular las irregularidades de la piel, y polvos matificantes para eliminar brillos, sombras de ojos y khöl para potenciar la mirada, necesito alargar mis pestañas hasta el infinito con una nueva máscara ultra-volumen efecto pestañas postizas, dar luz a mis mejillas, y resulta in-dis-pen-sa-ble un gloss efecto colágeno para conseguir unos labios de película. Una auténtica locura....
Pero menos mal que, de vez en cuando, Dove nos recuerda que ellos SÍ apuestan por la belleza real. :-/
Juas...
3 comentarios:
Desde el punto de vista de las personas que nos gustan las hembras ¡¡¡todas están buenas!!! Somos nosotros los que tenemos que rebajar nuestra barriguita cervecera, cuidarnos la alopecia irreversible, combatir la halitosis, no ser babosos ni pegajosos.... ¡que mundo tan complicado!
Artículo COLOSAL. Me temo que tarde o más bien temprano cogeré prestado un fragmento de texto...
joder que estress!!!!
no creo que se te haya olvidado ninguna desgracia... aunque si nos ponemos a mirar al interior, parece ser que las mujeres, y solo las mujeres vivimos extreñidas, y esperando kon fervor nuestro momento all-bran...
jaja
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