FELICIDAD

Ya no pido tanto, en serio...
He logrado entender que la felicidad son pequeños flashes que te iluminan la cara durante unas horas, como las ampollas vitaminadas de Germinal, :-/
En todo caso pediría a la vida, o a los Reyes Magos, cosas increíbles, milagrosas, tan increíbles y milagrosas como ellos mismos, y una de esas cosas sería la posibilidad de transportarme en el espacio y el tiempo.
Por ejemplo..., en un momento de felicidad diurna quiero verme asomada a un balcón lleno de macetas y olorosas flores, escuchando alguna copla alegre de Juanita Reina, Concha Piquer, o de Lola Flores, "Al verde limón".

"Dicen que ya no me quieres,
y que me estás engañando,
como si yo no supiera
lo que me estás camelando...
O quizá una triste que me ponga los ojos vidriosos, como la de "Te lo juro yo".

Llevaría un vestido holgado, por donde se colaría el un aire caliente y fresco a la vez, con olor a pan recién hecho.
Un apuesto y donoso vecino me guiñaría el ojo desde una ventana cercana..., yo le sonreiría, y allí se podría detener el tiempo, repetir la escena en un eterno bucle.

De noche....la felicidad podría ser..., quizá, canciones tristes de Chabela Vargas o Rocío Dúrcal en un decadente y acogedor bar, decorado con fotos de antiguas glorias (la belleza y la juventud son tan efímeras...), bebiendo cerveza y tequila hasta marearme. Bailaría con desconocid@s, pasando de unos brazos a otros sin apenas intervalo, riendo y llorando hasta casi perder el conocimiento.

"Yo quiero luz de luna
para mi noche triste
para pensar divina
la ilusión que me trajiste...."

Entonces no me importaría que en ese instante viniera la muerte a pedir su turno, esa compañera oscura y huesuda a quién tanto temo. Es más, le concedería el último baile para que me llevara de allí para siempre, como una Cenicienta que sabe sabe que su tiempo expira y que una calabaza fúnebre vendrá tarde o temprano a recogerla a la puerta.

"Para sentirte mía,
mía tú como ninguna,
pues desde que te fuiste
no he tenido luz de luna..."