Que era muy pronto para establecer ciertas rutinas y que no estabas preparado para asumir ningún tipo de compromiso.
Que lo importante era el cariño, disfrutar del sexo aquí y ahora, cuando nos apeteciera, sin reglas ni horarios de ningún tipo.
Que las relaciones abiertas eran enriquecedoras y ayudan a mantener la chispa del principio y a conservar el misterio.
Sin embargo, cuando viste aquellos condones usados en la papelera de mi dormitorio, enmudeciste de repente. Se te puso la cara roja y te marchaste farfullando entre dientes dando un fuerte portazo.
Pero, ¿en qué quedamos?
¡jajajajaja!!¡
Idiota...
¡jajajajaja!!¡
Idiota...
Ana Elena Pena ("Sangre en las rodillas")
1 comentario:
¡No se puede ser mas grande!
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