Este es el artículo que escribió Casto Escópico en mi memoria (aunque que no estoy muerta aún), hace un par de semanas. Le agradezco muchísimo la deferencia con la que trata a mi persona, o personaje, pero no se dejen engañar...que aquí la señorita anaelena no es tan, tan, tan, tan liberal como deja entrever el señor Casto (anda que menudo nombre...), y por supuesto, nunca he sido acriz porno como la doña con la que me compara (Annie Sprinkle, que por otro lado, me encanta!): http://www.anniesprinkle.org/
Pues eso, que no me siento yo la abanderada de las causas sexuales perdidas, que cada uno tiene derecho a disfrutar, o arrastrar sus propios tabúes como un lastre, no voy a venir yo a decirle a nadie lo que tiene que hacer y cómo y con quién tiene, o debe de hacerlo, pero en fin, lo que sí defiendo en última instancia a capa y espada es la libertad de decir y hacer lo que a cada uno le venga en gana. Porque yo siempre he hecho lo que me ha salido del coño, (como diría Maria Jiménez),y sin dañar a terceros, que ya se sabe, la libertad de uno acaba donde empiezan los derechos del otro (o algo así, ¿no?).
Pues eso, y que la luna es un queso.
FAM DE FEM
Cartelera Turia, nº 2.155
20 / 26 mayo 2005
ANA ELENA PENA, UNA ARTISTA QUE REFLEXIONA SOBRE LA SEXUALIDAD
Invitación a liberarnos de los tabúes
Para Ana Elena Pena la sexualidad femenina es uno de los temas centrales de su creación
Hace unas noches coincidí en una taberna de calamares en su tinta y merluza a la romana con mi amiga Ana Elena Pena y le prometí que escribiría unos renglones torcidos sobre su fascinante y provocadora personalidad de artista multimedia. No exagero (tan sólo me he bebido un tercio) si digo que, dentro del simpático mundillo artístico de jóvenes creadores valencianos, Ana Elena Pena es una de las figuras más sugestivas por la originalidad e irreverencia de todas sus creaciones, ya sean pinturas, muñecas, fotografías, performances, espectáculos de cabaret, cortometrajes o cómics. ¿Pero quién es Ana Elena? Me remito a la biografía que figura en su página web (www.anaelenapena.com): "Ana Elena Pena nació el 18 de agosto de 1976 en Calasparra (Murcia) y morirá el 1 de mayo de 2076 tras al ingesta de un potito de banana en mal estado, según las profecías de Nostradamus. En 1994 se traslada a Valencia, donde actualmente reside". Como Zaplana y El Flaco, Ana Elena es murciana, pero vive entre nosotros hace ya más de diez años. Lo de morir por culpa de un potito de banana, me parece muy significativo, puesto que la sexualidad, singularmente la femenina, es uno de los temas centrales en sus creaciones.
Pese a haberse licenciado por la Facultad de Bellas Artes de Valencia, Ana Elena no ha querido seguir una carrera convencional y ha preferido diversificarse al aproximarse a fenómenos poco académicos como el cómic o la creación de muñecas. Prosigamos pirateando su biografía en Internet: "Tras una breve incursión en el mundo del cómic ("¿A quién ama Eggy Crash?") y la fotografía ("Mi primera menstruación" y "Del amor y otros martirios" - para la revista «Psychonet»), debuta como directora de cortometrajes con Puppyta Sexual y De-generación X». Pero es en su colección de muñecas («Sweets & needles») donde mejor queda reflejada su reflexión humorística y transgresora, tierna y cruel, sobre los arquetipos femeninos.
En su afán por multiplicarse como artista, Ana Elena se implicó en el proyecto de cabaret musical «Cenicienta Superstar» en el que también han colaborado Vanity Bear, Espectodrama e Insulina, y crea las personalidades artísticas de Sissy Felatriz y Maxivixen. Sus conciertos son una desquiciada y explosiva combinación de performance, cabaret gótico, electro-pop y techno-punk cristiano (sic); en los que interpreta temas como «Porque me das», «El fontanero, su mujer y otras cosas de meter», «Ensalada de pepino en el colegio femenino» o «Sin pecado concebida». El vídeo de «Porque me das» lo podéis ver en www.montaycabe.com. Además de sus propios temas, Ana Elena cuenta con un repertorio de versiones de canciones conocidas que ha rebautizado con títulos como «Súper dis-cochino», «Antes yonqui que sencilla», «La vaselina» o «La ramona pechugona». Grandes éxitos de verano en los peores tugurios de after hours.
Entre lo erótico y lo siniestro, lo sórdido y lo sublime, lo humorístico y lo trágico, la obra de Ana Elena Pena me recuerda mucho al trabajo de la también provocadora y mordaz Annie Sprinkle, una veterana actriz pomo que abandonó el oficio para dedicares a la fotografía y la escultura, escribir libros y montar espectáculos multimedia en los que reflexiona con humor y desparpajo sobre la sexualidad. Tanto el trabajo de Ana Elena como el de Sprinkle tienen algo de terapéutico, puesto que nos Invitan a liberarnos de los tabúes y a disfrutar plenamente de la sexualidad. En mi caso, con una ayudita de viagra, que ya estoy muy mayor.
CASTO ESCÓPICO
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