Qué fácil parecía cuando nos preguntaban en la escuela qué queríamos ser de mayores. Como si solo con desearlo se fuera a cumplir.
‘De mayor quiero ser bonita,
tener un trabajo
y tener una casa,
y en la casa un niño
y junto al niño un amor.
Y afuera el color verde, los amigos, los vecinos
y la ropa secando al sol.'
‘De mayor quiero ser bonita,
tener un trabajo
y tener una casa,
y en la casa un niño
y junto al niño un amor.
Y afuera el color verde, los amigos, los vecinos
y la ropa secando al sol.'
Pero, a veces, nos miente el espejo,
el trabajo escasea
y no llega para la casa,
ni tampoco para el niño.
Los amigos van y vienen y los amores nos rompen en dos.
Aún así, perseveramos, como animales testarudos, porque nadie se resiste a lanzar una moneda al pozo de los deseos.
el trabajo escasea
y no llega para la casa,
ni tampoco para el niño.
Los amigos van y vienen y los amores nos rompen en dos.
Aún así, perseveramos, como animales testarudos, porque nadie se resiste a lanzar una moneda al pozo de los deseos.
¡Pregunte otra vez, maestra, pregunte!
¿Cómo te ves de mayor?
'Quiero un poquito de todo,
quiero una vida sencilla,
quiero vivir sin dolor.'
¿Cómo te ves de mayor?
'Quiero un poquito de todo,
quiero una vida sencilla,
quiero vivir sin dolor.'
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3 comentarios:
Y qué luminoso cuando llovía todos los días a las cinco en punto de la tarde.
Te amo Ana Elena y amo lo que escribes.
Se llama madurez (ese cambio en los deseos). Ay.
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