No tengo nada que reprocharos, todo fue perfecto, especial, alejado de convencionalismos y con el punto justo de tragedia que te hace recordarlo con cierta desazón (y nostalgia, por qué no). Todo se paró, se quebró, en el momento adecuado. Y eso, aunque no lo parezca, es de agradecer. Me habría casado con todos y cada uno de vosotros, y os hubiera besado frente al altar jurando ante Dios que os amaría siempre, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte nos separe.
Y sin haberlo hecho con toda esa parafernalia, en parte es así.
Pero sólo tengo una vida.
Habría lanzado el ramo de flores, por tanto, una decena de veces, para que todas mis mejores amigas también tuvieran la suerte, como yo, de encontrar un hombre bueno y un compañero ideal. Todas acabarían con el vestido descosido, pringado de merengue y fresa, el rímel corrido…Y esa noche perderían las bragas.
Habríamos tenido un montón de niños adorables, que a su vez nos darían un montón de nietos que nos hubieran procurado una vejez feliz. Pondríamos sus dibujos en la nevera y antes de dormir les contaríamos cuentos de monstruos inspirados en personas que conocemos, como siempre hemos hecho. “Tú y yo contra el mundo, pero dentro de él, como un par de infiltrados. Siempre.”
Podríamos haber muerto juntos, muy ancianitos, durmiendo y a la vez, para que no sufriera ninguno de los dos con la pérdida del otro. En paz.
Pero eso no va a ser así. Y esto sigue siendo la guerra, las balas silban en el aire y tengo miedo de que me alcance algún misil.
No va a ser así porque sólo tengo una vida y nunca he sabido muy bien qué hacer con ella. Aún sigo rompiéndome la cabeza intentando recomponer este puzzle sentimental para niños de 30 a 40 años.
Porque quiero, como casi todo el mundo, que todas mis noches sean noches de boda, y todas mis lunas sean lunas de miel.
Pero no podréis negar de ningún modo que fuisteis amados, deseados, llorados e incluso añorados, con sinceridad, con locura y sin reservas. Si fue a lo largo de un año, o dos, tres años…, un mes, o un día…, no importa. Muchos matarían por tener todo eso con la persona anhelada durante un solo segundo.
En definitiva, ¿qué más se puede pedir?. Fue bonito mientras duró…
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6 comentarios:
Bonito texto. Y gracias por la parte que me toca. De vez en cuando me acuerdo de usted.
NO CONMIGO, HOMBRE, con cualquier persona a la que quieras!Igual me he expresado mal...
Esto me acaba de parecer muy bueno y muy cierto.
Y esclarecedor, xD.
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