martes, febrero 26, 2008

NOSTALGIA


La palabra tiene raíces griegas:
nostos (regreso) y algos (dolor)

Hay que tener cuidado, uno puede enfermar de nostalgia de repente,
estallar en dolor añorando un pasado de recuerdos muertos y enterrados, desesperarse mirando viejas fotos, extrañando a los que no están, o a los que están, pero en la manera que eran entonces. El futuro provoca vértigo, el ayer, desazón.
Uno puede volverse loco escuchando viejas canciones, saboreando magdalenas cuyo sabor familiar le transportan a un momento precioso y único que puede no volver jamás.
Como Proust.

Uno puede, en plena calle, verse envuelto por un olor evocador que le sitúa en un regazo añorado, que le devuelve un sensación olvidada y un escalofrío de postre...


Uno puede enloquecer de nostalgia, vestirse de luto viendo como todo fallece a su alrededor, viendo cómo ni siquiera él, es el mismo de hace un rato, observando cómo todo es pasajero, y enterrando un momento tras otro, lamentando la pérdida continua y golpeándose la cabeza contra el suelo.

Ay, cómo quisiste y te quisieron! cómo reíste, lloraste, y ahora no quedan más que fotos en cajas de galletas, en cds olvidados en cajones, y dentro de unos años no quedarán más que vagos recuerdos de todo eso, que fenecerán contigo.

Lo que está por venir no importa, morirá igualmente, te sentirás cómo un hámster en su jaula, persiguiendo la felicidad corriendo por una rueda de plástico, incansablemente, esperando conseguir algo sin conseguir nada, más que correr y correr en un eterno círculo. La felicidad es adictiva, siempre necesitas más. Y así debe de ser, cuando dejas de desear, mueres en vida.

¿Sabeis? Los ratones no se divierten correteando por la rueda, lo que intentan es escapar de ella, por eso corren y corren hasta el agotamiento, porque no saben cómo salir, se ven de repente atrapados por su propio movimiento, hasta que se detienen extenuados y descubren que pueden bajarse.
Pero luego se les olvida y vuelven a subir.:-)



Me gusta Balthus.
Me gusta la historia de la memoria involuntaria de mano de Proust y su magdalena, me gustan las cajas de galletas, me gusta enfermar de nostalgia una vez por semana...

Y me gustas tú.

3 comentarios:

Vedast dijo...

Precioso. Me gusta mucho cómo escribes.

Miss Needles dijo...

Curioso, ultimamete tengo ataques de nostalgia...demasiados.

Anónimo dijo...

Este post me ha emocionado :_)