martes, agosto 25, 2009

MORBIDEZ


Me enamoré de una chica, la amasé durante largo tiempo con mis propias manos y la convertí en mi mujer.
Al principio su piel era firme y dura, se resistía a mis envites, pero poco a poco, a cada encuentro, fue cediendo cada vez más a la insistencia de mis dedos.
En su carne grabé pellizcos, abrazos, besos imperceptibles, mordiscos, pero a ella nunca le importó que la marcara de este modo, hasta las moraduras le supieron a dulce.

Ella también me fue amasando a mí, lentamente, con absoluta entrega y adoración, pero yo no huelo a pan recién hecho, a flan de vainilla y melocotón fresco.
Cuando la sorprendo dormida, podría devorarla sin miramientos, porque siempre parece haber alcanzado el punto justo de cocción.
Sus pechos ofrecen cada vez menos resistencia a mi presión, sus nalgas, su espalda, su vientre...
Parece querer engullirme toda ella cuando le digo:
-Ahora...ahora...

Somos dos esqueletos cubiertos de piel blandita y caliente que late al mismo tiempo y se detendrá en el mismo punto, una piel que quiere arrugarse, desprenderse y ser pasto de los gusanos, porque estoy loco por sus huesitos y ella también lo sabe. Nos amaremos como esqueletos y asustaremos a los vivos haciendo castañetear nuestros dientes...

No estaría mal, pero no, esa no es la muerte que yo quiero. No es lo que había programado.
Quiero que nos reduzcan a cenizas y nos arrojen por un acantilado. Hastiados de este mundo, al fin podríamos volar, juntos, como Superman y Lois Lane sobre la noche de Nueva York. Yo la salvaré de caer al mar, porque al fin y al cabo, ella me ha salvado en vida muchas veces, aunque por una cuestión de estúpido orgullo jamás quise admitirlo.
Me mirará (aunque sin mirarme) como a un héroe, y así emprenderemos nuestro último viaje juntos.

-¡Agárrate fuerte , nena!

jueves, agosto 13, 2009

Mini reportaje para Extrafalarium

Ramón Palomar me hizo esta entrevista para su programa Extrafalarium en Enero de este año, cuando todavía llevaba esa horrible ortodoncia que ahora tanto añoro...
Barbies, cuadros, y cabaret en el Wah wah, donde, por cierto, el sonido era horrible.
Curiosamente, de todo el concierto, sólo sacan las partes donde estoy con el culo en pompa o enseñando chicha...¡esto es la tele, señores!
:-p